Los papás de Jorge le querían hacer una sesión a su pequeño, por ello, se pusieron en contacto con nosotros para hacer algo diferente, así que no dudamos ni un segundo en disfrutar de esa experiencia. La sesión la realizamos en la calidez del hogar, en su ambiente, con sus juguetes, su habitación y como no, también, con sus papás. Mientras Jorge se despertaba, merendaba y se ponía guapo, el equipo fuimos viendo las localizaciones, preparamos el material fotográfico, charlamos y tomamos café en medio de los flashes y cámaras. Fue una tarde perfecta, muy intensa y emocionante, nada de prisas.
El resultado son unas fotos íntimas y personales, con un estilo minimalista, natural, , sin poses, captando la viveza, la sensibilidad y la ternura del momento, en un entorno propio, que lo hace cómodo y cálido.
¡Gracias familia!
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