Juanjo y Elvira, ya más relajados tras su enlace, no quisieron pasar la oportunidad de vivir la experiencia de una Postboda. Así que, pasadas unas semanas de su boda, volvieron a vestirse de novios para disfrutar de una sesión de postboda en la que el reloj no mandase, los nervios no apareciesen y donde no importaba que le ocurriera al vestido.
El lugar elegido fue Talaván (Cáceres), el pueblo materno de ella. Así que allí nos fuimos, primero a un punto muy característico de la localidad, su querida Fuente de La Breña, que data del s. XVII y después a la Ermita de la Virgen del Río, patrona del pueblo y que se encuentra a orillas del río Tajo… ¡Sí, acabaron en el agua!
¡Una mañana que disfrutamos todos muchísimo!
Magníficas.